Tengo una hermosa tarántula llamada 'Cleo'.
Es tan grande como el tamaño de una mano y está tan acostumbrada a mí que la puedo poner en mis manos y se deja acariciar y la alimento dandole carne o grillos directamente en su boca y nunca me ha mordido con sus colmillos de centímetro y medio.
El caso es que un hermano de la Iglesia me tiene fastidiado ya que a cada rato me dice que mate o que me deshaga de mi tarántula, ya que supuestamente 'es un animal del diablo' y que es pecado que la tenga en mi poder.
Ya le he explicado que todos los animales los hizo Dios y que mi Cleo es mi mascota pero sigue aferrado a que haga lo que él dice.
El hermano es ya anciano y es un miembro muy respetable de la congregación. No quiero ser grosero con él, por lo que les ruego que me digan qué puedo hacer para librarme de una vez por todas de su acoso.